Pues siiiii, se despejó, y los que tuvimos fé fuimos recompensados. Yo no puse despertador, no me acosté, estuve pendiente que Fredy habia quedado en llamarme si se despejaba para irme a su azotea. Echamos un buen rato allí mirando por los prisma, haciendo fotos y tomándonos un te moruno a las 4 de la mañana mientras contemplábamos una maravillosa luna naranja junto a Saturno brillando.
(Fotografia de Isabel Roblas. Canon Powershot A700-IS sobre trípode)
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